LA PANDEMIA
Johan Cárdenas Lozano
México, el primer lugar en reservas arqueológicas, rebosante de fiestas, tradiciones y costumbres diversas en cada estado. Con pueblitos, playas y cada rinconcito que lo hace ser tan especial. Ni hablar de la gastronomía tan única, que, en 2010, fue la primera en ser nombrada por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Y así, podría seguir nombrando los reconocimientos más característicos del país. México es un país como ningún otro, aunque todo eso, es su fachada nada mas, “la cara más bonita” y la única que nos hace sentir orgullosos de ser mexicanos. Porque de ahí en fuera, estamos rodeados de delincuencia, corrupción, narcotráfico, feminicidios, problemas con la educación, el sector salud y sobre todo una gran cantidad de pobreza. Y ya mejor, le paro, pero estos son unos cuantos de todos los problemas sociales que aquejan cada día a la mayoría de mexicanos, que por supuesto merman en la calidad de vida de unos cuantos
Si bien sabíamos, la economía del país no ha sido equitativa nunca, nos han gobernado los políticos más corruptos que puedan existir, empezando desde la historia, por aquel que vendió parte del territorio mexicano. Podría hacer una lista enorme de todos aquellos que han explotado la riqueza de nuestro país. Así que mejor, me enfocaré en cómo la pandemia ha relucido en todo su esplendor la pobreza de México. Por desgracia, siempre han existido grupos de personas vulnerables viviendo en pésimas condiciones. Y esta pandemia sólo ha dejado ver la realidad de dos Méxicos, que conocíamos, estaban ahí, ¡en nuestros ojos!, pero siempre ignoramos, y te preguntarás, ¿por qué ignoramos eso?, pues porque es más fácil hacer como que no es nuestro problema. Y decir frases que seguramente has escuchado o en su defecto haz dicho, como: “Pobre gente, pero así le tocó vivir”, “la gente es pobre porque quiere”.
Pero, ¿de quién depende la pobreza?, la respuesta es: de la mayoría que está en el poder y de unos cuantos que necesitan de él. La realidad es que este país es tan desigual para todos, no hay oportunidades para que toda la gente pueda vivir en buenas condiciones; y quien las tiene, es afortunado. Que triste llamar “afortunado” a alguien que tiene oportunidades que todos deberían de tener, por mencionar algunos: alimentos, vivienda digna, vestimenta, estudios, trabajo. Aunque parezca increíble, la mayoría de la población vive en condiciones inimaginables, vamos a contextualizar:
Por falta de educación sexual las familias tienen mayor número de hijos, por nulas oportunidades de trabajo no cuentan con una economía estable que les permita solventar los gastos de sus numerosas familias por consecuencia no hay solvencia para tener recursos que les permitan a sus hijos estudiar. Ni vivir en condiciones con los servicios básicos.
Con el covid han incrementado las cifras de personas viviendo así, por el cierre y la falta de empleos.
El Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial evalúa a cada país desde diferentes pilares, como infraestructura, entorno macroeconómico e instituciones. Uno de ellos es la educación superior y la capacitación. Dentro de ese pilar, hay varios indicadores, entre ellos: calidad de la educación. En su edición más reciente, 2017-2018, México ocupa en este último rubro el lugar 102 de 137 países.
Somos de los últimos países en educación, desde antes de la pandemia, no era sorpresa que la educación en México es mala, pues en algunas comunidades, los niños tenían que cruzar ríos, o caminar kilómetros para asistir a la escuela, escuelas precarias o muchas veces ni escuelas, solo tomar clases bajo árboles. Con el covid la calidad de educación ha empeorado un 100%, porque como ya mencioné antes, no todos tienen los recursos económicos para solventar la educación a distancia, que van desde: internet, televisión, computadora o aparatos electrónicos, es la realidad de dos Méxicos, mientras unos toman clases todos los días cómodamente desde sus casas, aquellos que sus ganas eran tantas que no importaba cruzar ríos o caminar tanto para educarse, ahora tienen que recibir educación en sus casas y no pueden hacerlo, no tienen forma de seguir aprendiendo. Es un desequilibrio social bastante marcado. Por esta razón los maestros se adaptaron a dar clases de manera virtual y los maestros rurales adaptaron sus clases virtuales a las necesidades de sus alumnos, pues algunos recorren casa por casa de alumnos, entregando tareas y actividades tratando de recuperar los aprendizajes.
Gente empresaria se unió a esta causa y prestó sus espacios con internet para que los alumnos que no cuentan con ello puedan tener educación a distancia de calidad. Pero no solo prestaron sus espacios para esto, también muchos establecimientos ofrecen alimentos gratis a personas que por esta pandemia se quedaron sin empleo o no tienen para comer.
Ante este escenario, la grandeza de México no está en el poder adquisitivo, está en la gente, minorías de gente que sí representa lo que es México, que no importa si el país está cayendo a pedazos, todos luchamos por una misma causa: salir delante de esta pandemia a pesar de nuestras adversidades sociales.
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